con aceite de onagra

Le otorga permeabilidad, flexibilidad e hidratación óptima a las células cutáneas, evitando la piel reseca y escamosa y la aparición de las primeras arrugas.

Por qué

El aceite de las semillas de onagra contiene una gran concentración de ácido gammalinolénico, un ácido graso que desempeña un papel muy importante en el organismo, ya que es el precursor químico de las prostaglandinas E_1. Estas sustancias son indispensables para la estabilidad de las membranas de las células, el equilibrio hormonal, el desarrollo del sistema nervioso y la regulación de los sistemas de coagulación sanguínea, entre otras cosas.

Qué hace por ti

El ácido gammalinolénico tiene la capacidad de conferir permeabilidad, flexibilidad e hidratación óptima a las células cutáneas, evitando la piel reseca y escamosa y la aparición de las primeras arrugas. Cuando se toma aceite de Prímula, el cutis recupera un aspecto juvenil. Las uñas y el cabello también mejoran, y por eso muchos productos de cosmética natural, tanto de uso interno como de aplicación externa, lo contienen. También es útil en las alteraciones de la piel, como en el caso de eccemas o acné, y para aliviar el síndrome premenstrual. Se puede tomar durante toda la vida, pero es especialmente útil e imprescindible a partir de los 40 años, para evitar que el descenso de hormonas reseque la piel y el cabello.

Cómo se toma

El aceite de onagra se puede adquirir en forma de perlas en herbodietéticas, parafarmacias y farmacias. Lo ideal es tomar dos perlas por la mañana y una por la tarde. También se puede aplicar directamente el aceite sobre la piel o añadirlo a alguna de las cremas habituales. Tomando de tres a cinco perlas al día de 700 o 500 mg respectivamente se previene la deshidratación que se agudiza con el paso de los años, se evita la sequedad cutánea y se consigue difuminar las líneas de expresión.

¡Cuidado!

Si se están tomando medicamentos contra la epilepsia, hay que consultar con el médico antes de iniciar un tratamiento con aceite de prímula

100 consejos antiedad

Tareixa Enríquez y Jorge Nazra